Debo aceptar que aún duele recordar que nos quisimos.

Recordé esa foto, en la que me dabas un besito mientras las gasas de mi nariz sangraban.

Fue un lindo gesto, el de cuidarme, el de acompañarme en mi dolor, hasta que logré sanar. Algunas veces, no podemos ayudar a sanar, pero acompañar en el dolor es un arte hermoso que no todos los seres humanos logran desarrollar. Es un acto, que implica amar al otro en alguna manera.

Ése es mi lenguaje de amar, no pude descubrir el tuyo. Sin embargo, para cuando he pensado esto ya hemos aclarado todo.

Leave a comment